Causas que nos motivan

Existe un consenso creciente en la comunidad científica de que el calentamiento global es una amenaza real y presente. Aunque aún hay una gran incertidumbre sobre la velocidad, magnitud e inclusive sobre la dirección de los cambios climáticos futuros, hay evidencias de que sus impactos físicos y económicos serán regionalmente diferenciados.


Se sabe además que los países en desarrollo y las poblaciones de menores niveles de ingresos presentan un mayor grado de vulnerabilidad. Por estas razones, es fundamental que los países de América Latina desarrollen sus propias estrategias de adaptación y participen activamente en los esfuerzos internacionales para mitigar esta amenaza global.

Con el cambio climático como telón de fondo, el paisaje ha comenzado a variar y esos nuevos trazos podrían ser irreversibles, aún más, podrían agravarse si no se toman medidas con urgencia.

Un informe del Banco Mundial, presentado recientemente, reafirma la gravedad de la situación. Las conclusiones cruzan variables políticas económicas y ambientales, e indican que el proceso se ha desatado, y la productividad agrícola empezará a caer en América Latina entre un 12 y un 50 por ciento en las próximas décadas. El deterioro de los suelos por sobreexplotación y utilización exagerada de agroquímicos es una de las razones.

Los desafíos que la humanidad tiene por delante en esta materia, posiblemente sean los más grandes del siglo. Para llegar a buen puerto hace falta un compromiso que involucre no sólo a los Estados, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil.

Es la hora de la responsabilidad individual.

En cuanto a nuestro país donde una de las principales macroeconomías es la agricultura, la cual comienza a sentirse afectada, no solo por la gran deforestación, sino por efectos del Calentamiento Global.

Existe una marcada y creciente preocupación, por parte de gobernantes y esencialmente la sociedad civil, siendo conscientes de la prioridad de políticas forestales o programas de reforestación concretos, que permitan mitigar los efectos negativos antedichos. Al tiempo de contribuir globalmente en el secuestro de CO2